A veces miramos para otro lado, a veces los retamos, a veces no sabemos qué decir... Las nenas y los nenes sienten tanta curiosidad por el cuerpo que en algún momento empiezan a querer "mirar" cuando se bañan, van al baño o se cambian con otras personas. Así, se dan cuenta de que el cuerpo del varón y el de la mujer son diferentes y entonces preguntan, porque quieren saber.
En las familias acostumbramos poner sobrenombres a las partes íntimas: pito, polola, pitulín, chochi. Es muy curioso esto, porque nadie usa palabras diferentes para nombrar los codos, las rodillas o cualquier otra parte del cuerpo. Pero con las partes íntimas aparecen todos estos nombres. Tal vez, porque nos cuesta nombrar lo que nos da vergüenza o simplemente porque buscamos palabras simpáticas para explicarles a los más chicos sobre estos temas. Y eso no está mal, pero como cada familia usa sobrenombres distintos, también es importante conocer los nombres que aparecen en los libros para entendernos mejor con todas las personas más alla de nuestra familia.
Conversemos con naturalidad sobre el tema. Cuando preguntan, podemos explicarles que niñas y niños tienen diferencias corporales. Algunas están por dentro del cuerpo y otras se ven a simple vista; estas últimas son los órganos genitales externos. En los nenes se ven el pene y el escroto, que es la bolsita que contiene los testículos y, en las chicas, la vulva. La vulva está formada por pliegues de piel, que forman los labios mayores y menores.
También podemos decirles que nuestro cuerpo va cambiando a medida que crecemos. El cuerpo de un hombre grande es diferente al de un niño: es más alto, tiene la espalda más ancha, puede tener barba y vello en el pecho, en las axilas, en el pubis y en las piernas. También son distintos el cuerpo de una niña y el de una mujer adulta. Cuando crecen, las mujeres tienen pechos o mamas más grandes, caderas más anchas y les aparece vello en las axilas, en las piernas y en el pubis.
Hay algo importante a tener en cuenta cuando hablamos de los cambios corporales, a cualquier edad. Cada nene y cada nena crecen a su ritmo, no cambian todos al mismo tiempo ni los cambios se dan de la misma manera en todas las personas. Es importante acompañar a los chicos y chicas mientras van creciendo, teniendo en cuenta de no transmitirles ansiedad sino confianza, seguridad y alegría.
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